De este modo, Schmid señaló sobre la realidad nacional que "la ausencia del estado puede observarse no sólo en la pobreza, la falta de trabajo o la no inclusión, sino también por la nula voluntad de controlar el mundo de la finanza, la triangulación de las ganancias, los circuitos financieros, los paraísos fiscales”.
El sindicalista se refirió a la difícil coyuntura que atraviesa en nuestro país el sector marítimo portuario. “La pesca es una enorme cuestión pendiente de la Argentina y que siempre ha prevalecido la política de más baja intensidad, que consiste en que le den un canon a la Argentina o alguna cosa, y no ha habido nunca una mirada a un punto de desarrollo, es decir, mirarlo como un todo”. Esta mirada integral, según Schmid implica primero preservar el recurso, que al fin y al cabo es el centro del negocio, pero también “transformarlo no solamente en materia prima exportable, sino en elaboración con incorporación de valor agregado y una política de inserción del producto en el comercio internacional, que sea más conveniente para la Argentina. Nada de eso se hace. Por lo tanto, siempre aparecen los problemas tributarios”, argumentó el actual Secretario Adjunto de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT).
Schmid, quién también preside la Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval (FeMPINRA), lamentó la falta de una mirada estratégica pesquera y de una mirada de desarrollo de la actividad que “le puede dar mucho más ingreso a la Argentina porque siempre ha estado entre los primeros cinco lugares del producto bruto interno en cuanto a esto”. Para el dirigente, nuestro país “carece de esa interpretación de su ubicación geoeconómica desde hace mucho tiempo, que responde a nuestra propia riqueza que está en el ámbito territorial, es decir, en el territorio concreto que es la parte continental”. Y agregó: “Culturalmente hay muy poca formación de la ubicación que tenemos en el mundo”.
Además, Schmid profundizó sobre los desafíos a nivel mundial para la clase trabajadora y delineó algunos ejes. “La guerra es uno de los problemas que están hoy en la consideración mundial, y que siempre ha sido de interés para la clase trabajadora, porque al fin y al cabo la que muere en las guerras es la clase trabajadora. Siempre cuando ha habido conflictos, tanto mundiales como regionales, los que van al frente y lo que mueren son los hijos de los trabajadores” manifestó. Y aclaró que, “si bien el tema de la guerra está dominado hoy por el conflicto entre Ucrania y Rusia, no es el único ya que existen otros 150 conflictos, algunos ya en marcha, otros latentes en distintas partes del mundo”.
“El sindicalismo internacional sigue muy de cerca estos problemas bélicos porque cuando ocurre eso no hay democracia, no hay sindicato, no hay actividad, no hay nada. Hay muerte, nada más”, indicó Schmid, quien brindó declaraciones al programa radial “La Columna Vertebral”.
Otro de los grandes problemas es el cambio climático. El dirigente señaló el fuerte impacto que tiene ya sea en las enormes sequías o en las inundaciones y adelantó que esto “va a provocar desplazamientos en los próximos 30 años de millones y millones de personas. Ya hay un término que se está utilizando, el refugiado climático”.
Y también sostuvo: “No menos importante es también el tema de la mujer, la cuestión de género, la violencia que hay en todos los trabajos, aún en lo que se supone que el mundo desarrollado no debería tener y los tiene, a veces en números que serían sorprendentes. Y obviamente la cuestión de la desigualdad, que provoca la creación de un mundo que crece económicamente o que tiene un desarrollo exponencial desde el punto de vista tecnológico, pero que al mismo tiempo lo que genera es una enorme desigualdad y una filosofía de vida que Francisco define como el mundo descartable. Una vez que uno no sirve más, queda afuera. Estos son problemas que aborda la agenda internacional del sindicalismo”.
Para finalizar Schmid señaló que “lo que está en crisis en el mundo son los actores políticos por su falta de certeza, por sus saltos de un lado al otro y la desconfianza que generan. Pero la política, la democracia, el sistema, es algo que tiene que brindar la respuesta a la sociedad, y en el caso nuestro a la Argentina”.